Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C.
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Moneda de Plata para México

Estabilidad y orgullo nacional

Precio Onza Libertad Fuente: Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple.
Venta $573.00 Recompra $473.00

Moneda de plata: el gran cambio
lunes, 12 de noviembre de 2001
Octavio Fitch Lazo

Más allá de la transición a la democracia y el indispensable perfeccionamiento de nuestro sistema de gobierno, México necesita emprender una serie de ajustes económicos que beneficien a la población y renueven de inmediato la confianza en el futuro. 

Entre los temas pendientes, el presidente Fox, el Congreso y las autoridades del Banco de México bien podrían considerar como prioritario un ajuste monetario: restituir a los mexicanos la satisfacción de contar con un medio de pago y ahorro que sería noticia en el mundo entero: la moneda de plata.

Desde 1971, todos los sistemas monetarios del mundo están construidos exclusivamente con base en papeles, monedas que carecen de valor real. Las monedas suben y bajan vertiginosamente de valor de acuerdo con consideraciones especulativas, distorsionando todo el aparato productivo. Y esta situación _a diferencia de lo que sucedía cuando las monedas estaban ancladas al oro y a la plata_ no ha traído más que empobrecimiento, pérdida del poder adquisitivo y proyectos frustrados a la población.

En las décadas de los setenta y ochenta México estuvo a la cabeza del desorden monetario y el peso se devaluó en forma catastrófica. En los noventa se contuvo la emisión desenfrenada y se otorgó al Banco de México plena autonomía, con el encargo de conservar la estabilidad monetaria; gracias a ello, efectivamente se lograron moderar los excesos anteriores. Sin embargo, últimamente, a pesar del exitoso desempeño del Banco Central para mantener el valor del peso, el fantasma de la inestabilidad vuelve a rondar. Pero a diferencia de lo que sucedió en el pasado, ahora el peligro proviene del extranjero y es provocado por causas ajenas a nosotros.

Durante la década anterior, Estados Unidos se embarcó en una expansión crediticia que no tiene paralelo en la historia. La maquinita de imprimir papeles verdes se puso al tope. El exceso de deuda contraída por las familias estadounidenses durante la bonanza y el súbito evaporamiento de sus ahorros invertidos en acciones tecnológicas _que finalmente se desplomaron_ son el preámbulo de una recesión que apenas muestra sus inicios. A esto habría que añadir el ingrediente de la incertidumbre financiera causada por la guerra en Afganistán y las implicaciones de un posible contraataque terrorista.

De esta forma, la estabilidad financiera y monetaria se ve nuevamente amenazada sin que los mexicanos tengamos culpa alguna. Ante una contingencia internacional extrema, que ciertamente nadie desea pero que debe considerarse como una posibilidad real, el peso podría enfrentar nuevamente un descalabro a pesar de las buenas intenciones. Por ello, es necesario que México considere seriamente la posibilidad de introducir otra vez una moneda que valga por sí misma y sea fuente de estabilidad permanente, sin importar cualquier otra circunstancia. Si la población trabaja, se esfuerza y ahorra, es justo que reciba en pago una moneda que no pierda su valor, así ruede el mundo cuesta abajo.

Volver a introducir la moneda de plata en circulación es muy sencillo. De hecho, la moneda que se propone utilizar ya existe: es la onza Libertad de plata pura, acuñada por la Casa de Moneda. Según la actual Ley Monetaria, esta onza tiene carácter de moneda de curso legal, aunque limitado. Bastaría una simple modificación a esta ley para dar a esta moneda curso legal pleno. A partir de este cambio, los mexicanos ya podríamos utilizar esta moneda para pagar con ella cualquier mercancía y lo que es más importante, utilizarla como un medio sólido de ahorro.

El actual sistema monetario en pesos seguiría intacto, operando tal como lo hace. La plata entraría en circulación como una alternativa paralela, en forma paulatina, en la cantidad y al ritmo que lo determinara la demanda. De hecho, ya existe un antecedente internacional alentador: el Banco Central ruso ha puesto en marcha un programa similar al que se propone para México. Desde el 5 de marzo de este año, las monedas de oro chervonet y sable, de plata, fueron declaradas monedas de curso legal; al día de hoy, los rusos ya comienzan a adquirir estas monedas y a ahorrar en ellas.

En lo político y lo social, la moneda de plata sería objeto de consenso casi unánime. Además del apoyo de los empresarios, intelectuales y de la población en general, es previsible que los principales partidos políticos simpaticen con este ajuste al sistema monetario, atendiendo a diversas causas. Para el PRI, la plata representaría una reconciliación histórica con el electorado, después del desorden financiero atribuible al pasado. Para el PRD, la oportunidad de inducir una medida con claro sentido nacionalista. El Banco de México, por su parte, reforzaría la confianza ya existente en torno a su atinada conducción de la política monetaria.

Finalmente, para el PAN y el presidente Fox la plata ofrecería una oportunidad idónea para demostrar la voluntad de cambio que la población reclama con urgencia, e inaugurar una nueva etapa histórica fincada en torno a una moneda alterna, prácticamente indevaluable..