Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C.
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Moneda de Plata para México

Estabilidad y orgullo nacional

Precio Onza Libertad Fuente: Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple.
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¡Lo que nadie dice!
miércoles, 24 de julio de 2002
Francisco Helguera Ramírez

Los analistas, tanto cimarrones como extranjeros, dan largas y sesudas explicaciones del desastre de Wall Street; llenan los periódicos con palabras decorativas como burbuja, parámetros, crack, techo, piso, boom, etc, pero rodean cuidadosamente la palabra recesión, evitando tocarla. Es algo así como caminar evitando pisar raya o pasar debajo de la escalera porque... ¿sabe usted?, es de mala suerte.

Otro de los juegos infantiles que se ha puesto de moda,  es pasar de largo, pretendiendo no ver las cifras del pasivo impagable y las pérdidas irrecuperables de las acciones totalmente devaluadas. Agitan en la cara del desconcertado inversionista, como fetiche de médico brujo, las palabras “Recuperación” y “Productividad” . Y danzan en alrededor  de él, lanzando conjuros: ¡Terrorismo!¡Narcotráfico!¡Atentados!¡Irak! ¡Osama Bin Laden! ¡Ántrax!

Pero... el maleficio no se va. Persiste. Las empresas tienen resultados que no coinciden con sus balances y se ponen de manifiesto manipulaciones contables que implican fraudes escandalosos. Los nombres que antaño fueran íconos sagrados del mercado de valores, empiezan a convertirse en casos policíacos: World Com, Xerox, Enron, Arthur Andersen... La confianza se evapora y los precios de las acciones se desploman. Y salvo algunos atrevidos, nadie dice recesión.

En realidad, la expansión del crédito está empezando a cobrar la cuenta; la estructura económica consumista acusa el desgaste inevitable. Pero hay algo más: Nadie menciona la manipulación de los precios del oro y de la plata. En una conspiración evidente, los periódicos especializados rodean cuidadosamente el tema. Hay que tener cuidado en no pisar raya...

Sucede que el precio del oro ha sido manipulado perversamente. Desde el pacto de Bretton Woods, la intención era sustituir con el dólar al oro como valor anclado para los sistemas monetarios. Para que el sistema funcionara, era preciso establecer una relación constante y estable entre el oro y el dólar y al efecto se pactó que los Estados Unidos rescatarían sus dólares a razón de una onza de oro por cada 35 dólares. Sería deshonesto decir que desde el principio los Estados Unidos tenían la intención de incumplir su compromiso, pero el hecho es que pronto se vio que no respetarían su palabra y la desenfrenada  emisión de dólares hizo imposible cumplir el pacto acordado. Y en términos coloquiales mexicanos, se rajaron.

En la segunda enmienda del Fondo Monetario Internacional, claramente se expresa la intención de desalentar el uso del oro y relegarlo a un papel secundario en el sistema financiero mundial.

Es evidente que resulta inconveniente, muy inconveniente, que el precio del oro suba, porque se pone de manifiesto que la actual relación oro–dólar, es ficticia y arbitraria. Al igual que es ficticia la relación plata-dólar, y la relación petróleo-dólar y la relación cobre-dólar y fruta-dólar y en general, la relación del dólar con todos los productos que se compran con él.

Y el precio de la plata, por su correlación con el oro, también ha sido manipulado. Durante años, han tenido éxito. Sin embargo, son demasiados los intereses afectados y la presión ha empezado a aumentar para que la viciosa práctica sea suspendida. Mineros de Sudáfrica, de México, de Perú, de Canadá y de todo el mundo, sufren las consecuencias de esta conjura.

Reginald Howe, un analista norteamericano que ha realizado notables trabajos de investigación en una organización llamada G.A.T.A.  (Gold Anti Trust Asociation)  está luchando denodadamente contra el gobierno norteamericano, denunciándolo por lo que consideran que es un proceder criminal. Inclusive, han intentado llevar a juicio a los funcionarios responsables. Pero el Juez, pese a las evidencias, desechó el caso.

No ha terminado el asunto. El oro, a pesar de la natural tendencia a subir de los precios en general, había estado firme en los $255.00 dólares la onza, salvo en raras  ocasiones en que experimentaba alzas que eran rápidamente reprimidas. La plata, rondaba los $4.00 dólares. Mediante operaciones de futuros y derivados, volvían a deprimir los precios.

Sin embargo, la antinatural gráfica que se generó con esta manipulación no puede seguir siendo ignorada. Los países árabes ya han empezado a despertar. La India está convertida en fuerte comprador de oro. Otros países, entre ellos China y Japón, también están buscando protección en los metales preciosos. Pese a los esfuerzos de los conspiradores, el oro ha subido hasta los $330.00 dólares. Y la plata hasta $5.07 Dlls. Y apenas comienza el alza.

Pero... pese a la importancia del tema, a la existencia de evidencias y pruebas, a la comprometedora complicidad de los bancos centrales, la que será la noticia del siglo cuando explote, ha sido tenaz y obstinadamente ignorada.

Son... las cosas que nadie dice.

Tapar el sol con un dedo, esconder la cabeza  como avestruz, caminar cuidando no pisar raya o sólo por los cuadros blancos; no pasar por debajo de una escalera, tirar sal por encima del hombro... Pretender que alguien no existe e ignorarlo deliberadamente, soñar que la escuela se incendió y mañana no habrá examen...

Juegos infantiles, supersticiones tontas . Esperanzas vanas de que ignorando el peligro éste desaparecerá; porque sí existe el peligro de una recesión, porque sí hay peligro de graves problemas para el sistema monetario del dólar. Porque el precio de energéticos y materias primas se tendrán que ajustar a la alza. Porque el precio del oro y la plata están muy por debajo de su valor real.

Y todo esto... aunque no quieran decirlo.